Estamos poco acostumbrados a buscar información sobre el lugar donde vivimos o el entorno que nos rodea.
La mayoría de la gente quiere habitar en algún lugar de fácil acceso, con muchas amenidades como alberca, gimnasio, parque para mascotas, áreas verdes, etcétera, pero rara vez se preocupan por saber el tipo de uso de suelo que tenía el terreno en donde decidieron vivir.
Según el gobierno estatal, se autorizan o no, por medio de los presidentes municipales, permisos para llevar a cabo los cambios de uso de suelo (artículo 67, fracción VI).
Para ello, existe una clasificación para los mismos: Preservación Ecológica Protección Especial (PEPE), Preservación Ecológica Agrícola (PEA) y Espacio Abierto (EA). De acuerdo con los dictámenes, desde el año 2009 los terrenos y espacios que han sufrido un cambio o alteración en su uso de suelo son los PEA y los EA; con la justificación de que no son lugares declarados como PEPE o área naturales protegidas y declarando que la zona no tendrá impactos en el suelo, flora o fauna locales.
Con lo anterior mencionado, resalta una noticia de la semana pasada, sobre la reserva ecológica de El Batán ubicado en Corregidora. De dicha zona, se permitió que a 10 hectáreas se les modificará el uso de suelo para generar viviendas verticales para un aproximado de 3,000 personas.
Preocupa mucho que poca gente se posicionó en contra, pocas personas manifestaron su inconformidad y que la mayoría de los habitantes del municipio ni siquiera se enteró de lo sucedido.
Es en situaciones así, los jóvenes podemos y debemos asumir un papel de responsabilidad, de informarnos y ser canales de comunicación con nuestras familias, amigos, etcétera.
Es nuestra obligación exigir a cualquier autoridad, la protección de espacios y zonas que garanticen la producción de oxígeno.
También es prioridad, ser individuos involucrados con la política para proponer ideas, innovar y crear propuestas que sigan consolidando el éxito de la cuarta transformación del país; que la gente no solo piense en que plantas va a poner para adornar su patio, si no que piense en qué tal vez los árboles que quitaron del lugar en donde ahora vive, tenían un equilibrio ecológico y generaban más oxígeno, que sus cuatro paredes de concreto.