El México ausente aumenta en los últimos años

Fredy García

Es común escuchar en anuncios publicitarios al momento de promocionar el turismo en todos los Estados que se resaltan las bellezas naturales y que se presumen ser lugares muy seguros, lo primero es cierto, sin embargo, lo de la seguridad en muchos de los casos, deja mucho que desear. Hablando del Estado de Querétaro, aunque se dice que es un estado muy seguro, claro comparado con la ola de violencia que se presenta en otros estados, sin embargo, el Estado no es un oasis de seguridad.

De acuerdo con el portal web de la Fiscalía del Estado de Querétaro, del 1º de enero al 4 de febrero de 2023 se han registrado 33 expedientes de personas menores de edad en calidad de desaparecidas. Del total, 11 de las fichas de búsqueda generadas aún continúan vigentes, 7 niñas y 4 niños no han logrado ser localizados por las autoridades correspondientes. De las 33 carpetas de búsqueda creadas en 2023; 21 de ellas corresponden a mujeres y 12 a hombres, los datos reflejan el ambiente hostil en el que crecen niñas y adolescentes en el estado de Querétaro. En el caso específico de las mujeres menores de edad, de los 21 expedientes pertenecientes al año en curso, 14 de las fichas de búsqueda han sido marcadas como localizadas, sin embargo, no dicen si están con vida.

Aunque el número de niñas y adolescentes sin localizar es menor en comparación a las ya encontradas, aún faltan 7 familias sin tener respuesta sobre el paradero de ellas, 4 de las fichas de búsqueda pertenecen a San Juan del Río y 3 a la capital queretana. El municipio sanjuanense se encuentra en primer lugar con mayor número de mujeres menores de edad desaparecidas, tan sólo en lo que va del 2023. En cuanto a la información de los masculinos menores de edad de los 12 casos registrados, 8 ya fueron encontrados.

Toda esta estadística es sólo cifras, hay que considerar que en este delicado asunto hablamos de vidas, de niñas, niños, y adolescentes que han desaparecido, y que el encontrarlos está en manos de las autoridades, y que a la fecha no han dado una respuesta certera a las familias de las víctimas, la información que se presenta no es vasta, ya que la Fiscalía del Estado sólo catalogan de “localizados” a los menores que han identificado, pero no se especifican en qué condiciones fueron encontrados para ser entregados a su familia, y si a esto le añadimos que a un año de iniciado la administración del gobernador Mauricio Kuri González, no se ha nombrado un titular de la Comisión Local de Búsqueda de Personas, todo esto impide que se pueda solicitar recursos federales para adquisición de herramientas para la búsqueda de los desaparecidos no sólo en estos dos primeros meses del año, sino del total acumulado que alcanza un total de 518.

Si lo vemos desde la perspectiva nacional, en 2023 el delito seguirá creciendo. Del 1 al 31 de enero de 2023 se han registrado 586 personas desaparecidas y no localizadas, de las cuales 348 son hombres; 238, mujeres, de esta cifra se desprende que, cada día hay 7.6 mujeres desaparecidas en México (ONU). Los estados donde más se han registrado desapariciones son CDMX, 46; Estado de México, 39; Michoacán, 27; Nuevo León, 19 y Zacatecas, 18. Human Rights Watch ha hecho la denuncia que los delitos violentos lo cual incluye las desapariciones, han alcanzado niveles históricos durante la presidencia de López Obrador; según la estadística de este organismo más de 36,000 personas han desaparecido desde que el actual presidente asumió dicho cargo y únicamente se ha resuelto el 1% de los casos, cabe mencionar que lo que las autoridades señalan es que los responsables son los carteles delictivos, pero la realidad es que en la mayoría de los casos no se investiga, incluso llegan a mentirle a la población que los delitos registran una reducción del 30%.

Por tanto, la política que utiliza el actual gobierno, en lugar de ayudar, ha dificultado más no sólo el que no se susciten actos de violencia, sino que, se resuelvan los que se han presentado; no debemos normalizar la violencia, no debemos aceptar que el mexicano común viva en un Estado donde en apariencia “todo es seguridad” o peor aún en el mundo cuatroteista, en donde para el presidente todos vivimos felices. Se acerca un periodo electoral y debemos analizar de manera profunda si queremos vivir como en estos últimos años, o decidirnos ayudar que no se desangre más el país.

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