Al inicio del periodo electoral 2020-2021, declarado por el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ), lo que sería una sesión tranquila, hubo una constante: la presencia del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador en la mente de los partidos, principalmente los de oposición a nivel federal.
Los partidos de verdad: Acción Nacional y Revolucionario Institucional.
Aunque el PRD, en voz de Adolfo Camacho Esquivel, recién autonombrado representante ante el IEEQ, olvidó la famosa recomendación al hoy gobernador Pancho Domínguez de cuidar puercos.
El primero que sacó las hachas de guerra fue el representante panista, Martín Arango García, proclamando que la democracia “es la peor forma de gobierno, excepto todas las demás que se han sido intentadas” (sic), citando a Winston Churchill.
Mencionó que gracias a la democracia hay personajes como Manuel Barlett e Irma Eréndira Sandoval, entre otros que citó.
Una compañera reportera dijo “Y también a García Luna”.
Contradiciendo su concepto de democracia, señaló que a pesar de todo es el medio idóneo a acceder a los puestos de elección popular.
Exigió que los gobiernos de los tres niveles estén a la altura de los ciudadanos y compromete al PAN para ser garante del proceso electoral.
Propuso un tratado de civilidad para garantizar un clima de paz y tranquilidad en este proceso electoral.
Señaló que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha quedado lejos de la expectativa que los ciudadanos tenían.
Muy a su estilo de tirar la piedra a la menor provocación, el representante del PAN se fue directo a la yugular y señaló que la ciudadanía está harta, a dos años, de la cuarta transformación y que ha sido un fracaso, principalmente en el tema de salud.
“Tenemos en la peor crisis, el peor gobierno”, señaló contundente.
Como si fuera un mitín de campaña de pueblo, Martín Arango hizo un recuento de los grandes fracasos de la 4T y advirtió que hay un estado en el centro de la República que es ejemplo y es Querétaro.
Hizo un recuento de éxitos que ha desarrollado el gobierno del estado, encabezado por Francisco Domínguez, poniéndolo como una excepción sobre la regla del caos que vive la República Mexicana.
Ya encarrerado, fue interrumpido por el presidente del Consejo General, Gerardo Romero Altamirano, para decirle que su tiempo había transcurrido.
Siguió el priísta Vidal Navarrete Cerda, que no solo se fue contra el gobierno de AMLO, sino también en contra, tibiamente, del gobierno estatal.
“Hoy, los que gobernaron con las siglas del PRI, pueden salir a la calle y saludar de manos a todos, porque no tienen nada que esconder”, presumió.
Señaló la hazaña del ex gobernador José Calzada Rovirosa de ganar un estado panista cuando el mismo PRI tenía todo en contra. Sin embargo, se olvidó de mencionar como el PRI perdió todo en el 2015 cuando tenían todo bajo control.
Además, presumió los resultados electorales del pasado domingo, donde el Revolucionario Institucional llevó carro completo tanto en Hidalgo como en Coahuila.
Luego, Camacho Esquivel también se fue en contra de la 4T, poniéndose como el gran crítico de la oposición, cuando más bien es el claro ejemplo de la oposición leal a lo que les diga el PAN y quien quiera darle espacio.
Criticando como aquella vez que mandó al candidato Pancho Domínguez a cuidar puercos, se sintió envalentonado para criticar y señalar que la ciudadanía ya sabe quienes son los de la 4T, que no volverán a votar por ellos.
Entre los tres primeros, se fueron a la yugular en contra del Gobierno Federal y sus representantes de la Cuarta Transformación.
No hubo autocrítica ni reconocimiento de falencias, sino simplemente ataques metidos con calzador, teniendo en sus mentes la figura de AMLO.
Su error, fue tomar la palabra primero porque se pusieron de a pechito para los defensores del proyecto de la 4T.
Ricardo Astudillo, del Verde Ecologista, más conciliador y mas enfocado al mensaje a la ciudadanía, pidió al IEEQ que actúen conforme a los tiempos que vienen. Además, que todos los partidos políticos, los medios de comunicación y a la sociedad civil actuar con altura, con propuestas y no ataques.
Llegó la réplica de los representantes de la 4T.
Norman Pearl Juárez inició la réplica llamándolos cínicos.
Se dijo sorprendido del nivel de cinismo del PRIANRD, criticando y mintiendo sobre el gobierno federal, olvidando que ellos fueron cómplices de el desastre que se está tratando de arreglar en esta administración.
Además de esto, hizo una amplia explicación de la estrategia que ha funcionado, ya que no hay conflictos sociales, tal como los quieren pintar los representantes del PAN, PRI y PRD.
Al final, les recordó los pendientes de Emilio Lozoya, los millones que recibió el secretario adjunto del gobiernador en pacas y el señor Kors.

Por su parte, el representante del Partido del Trabajo, Jorge Salazar Marchán, de manera elegante advirtió que no se rebajaría al nivel de los representantes del PRIANRD, pero mencionó las irregularidades y denuncias que hizo el instituto político ante el uso de los recursos públicos durante la pandemia de los diputados del PAN y del PRI.
Le reconoció al IEEQ la apertura y efectividad en cuanto a las denuncias que interpusieron.
Hizo un recuento también de las fallas que tuvo la docena trágica del PAN y los seis años del PRI, encabezado por el ex presidente Enrique Peña Nieto.
Contrario a la forma frontal y hasta estridente del representante de MORENA, de manera tranquila pero igualmente contundente, hizo reflexiones sobre las críticas en contra de López Obrador, denunciando la falta de memoria de aquellos que hoy critican cuando tuvieron la oportunidad de transformar cuando estuvieron en el poder.
Aplicaron el clásico “el que se ríe, se lleva”.
De los demás representantes de partido, solo un mensaje olvidable por parte del PES. Los otros se quedaron sin participación o de plano, en el caso de la representante de Querétaro Independiente, Concha Herrera, mejor se fue cuando empezaron las intervenciones partidistas.
El error de los opositores fue meter a AMLO en un tema que nada tiene que ver con la apertura del proceso electoral.
Los representantes de la 4T los hicieron polvo.
Reiterando que el que se ríe, se lleva.