¿Cuánta tristeza y lástima causan aquellos que deliran con un rompimiento del mandamás morenaco que voltea al grito de ¡Mario! con el hombre que unifica a su partido en Querétaro?
¿No entienden que la política es de acuerdos y no de chismes?
¿Y que Delgado está muy, pero muy ocupado, en la elección en seis estados, más en voltear a ver a quienes alguna vez le sacaron la lengua y le hicieron fuchi?
¿No es suficiente para estos vulgares ambiciosos el espaldarazo de Mario y Mauricio este inicio de semana para entender que hay rumbo y mando?
¿Cierto es que también en Casa de la Corregidora, pese a los desatinos en materia de enviar mensajes y en control de daños, Mauricio Kuri y sus pilares en política y seguridad, no permitieron que el buque hiciera agua?
¿Ante la versión de que en la batalla campal en La Corregidora hubo muertos, Kuri mostró suficiente producto de gallina para ofrecer su renuncia si acaso hubo un solo fallecido?
¿La fiscalía tapa bocas y enmienda la plana a cuerpos de seguridad, echándole el guante a vándalos?
Son preguntas no’más.