Y la pandemia, arriba

Este arranque de año ha sido el más cruel de los cuarenta que me han tocado vivir. No se parece en lo mínimo ni al 94, año en que se veía una descomposición social y miren que fue un pésimo año para quienes lo vivieron en etapa productiva, la cual no fue mi caso, y aún así hubo noches que no pude dormir.

Hoy ya son varios días donde lo que más circula en redes sociales son preguntas, remedios y oraciones para los enfermos de Covid, y desgraciadamente muchos conocidos.

Vivimos en medios digitales una lucha por la esperanza, por el oxígeno. Nunca pensé que la lucha sería para poder respirar. Desgraciadamente estamos muy cerca del virus por todos los frentes.

México es un mosaico de realidades y debemos entenderlo así para reducir las brechas que hoy tenemos.

Pero en estos días sabemos de muchos amigos que desgraciadamente no cuentan con medios para enfrentar la crisis económica y de salud, -falta de concentradores de oxígeno, falta de doctores, y falta de dinero en la mayoría de los casos-, sin embargo ya no es hoy solo tema de dinero: tengo amigos que con seguros médicos y carteras muy decentes, igual hoy sufren por igual ante la falta de insumos médicos.

Los retos de hoy son brutales y la cuerda se tensa más, lo que debemos de hacer ante una crisis de tal magnitud es ser responsables. No esperar como niños pequeños el regaño de papá gobierno de no poder salir; más bien uno mismo ponderar hasta la medida de lo posible el no salir o salir y trabajar con las precauciones que más pueda uno mantener.

Lo sé. Es muy difícil quedarse en casa. En mi caso por más que lo intento, no es posible al 100 por ciento. Hay que trabajar para vivir, pero también hay que seguir respirando. Aquí está el reto: la gran mayoría no estamos preparados para tal situación, y no menos importante resulta informarnos de lo relacionado con el manejo de protocolos de sanidad, hasta como usar un cubrebocas.

En Colón en menos de un mes van dos aspirantes fallecidos por complicaciones del covid19, los dos con visiones muy diferentes que la mía, pero también amigos, papás, hermanos, hijos, ahí es donde duele de a deveras. Hoy el mundo cambió y la salida del túnel no se ve cerca, pero se ve una luz. Lo importante es aguantar para llegar.

Sigamos todos juntos, este año ya la lucha no es de chairos vs fifis. Este año la lucha es por seguir vivos.

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