Quizá parezca repetitivo comentar en este espacio, el tema del II informe del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sin embargo, ante su insistencia y la de su partido por confundir y ocultar la realidad a los mexicanos a través de su tribuna y de los medios de comunicación, siento mi deber dar mi versión de verdad con estas deshilvanadas palabras a nuestros escasísimos lectores, pues, como dice el adagio popular, el que calla otorga, y yo definitivamente no pienso callar ante tremendo desastre.
A muy pocos he visto hasta ahora en los medios de comunicación, convencidos, que se atrevan a defender con argumentos serios lo dicho en el solemne evento del informe, ni siquiera a sus chairos, pues, no fue sino una mañanera ambulante más, de los casi 450 espectáculos de circo, pensados más como actos de campaña política para estar en el ánimo de la gente, para promover a sus candidatos y al mismo tiempo, como forma de ocultar los horribles resultados de su gobierno, en todos los aspectos importantes de la vida de México.
El gobierno morenista y particularmente el presidente López Obrador en lo único que han dado resultados positivos es en las escasas pruebas de Covid-19 que se han aplicado a los mexicanos, que se cuentan hasta ahora en 667 mil personas contagiadas y más de 66 mil muertes, como consecuencia del pésimo manejo que se le ha dado a la pandemia por quienes están al frente del combate de este virus, aunado a la falta de sensibilidad para entregarles medicamentos a los niños enfermos de cáncer, VIH y otras enfermedades crónicas.
Por lo que respecta a la purificación de la vida pública, a través del multicitado combate a la corrupción, principal problema de México según el presidente, y su “implacable” labor en la aplicación de la ley a personajes como los Duarte, exgobernadores de Veracruz y Chihuahua, el abogado Juan Collado, el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, entre muchos otros, y la publicación de videos donde presuntamente se involucran a otros personajes, todo iba bien hasta la aparición de los videos su hermano, Pio López Obrador, recibiendo millones de pesos de manos de David León, ex funcionario de la Secretaría de Marina, del ex gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, y ahora cercano colaborador del gobierno de la 4T.
Por cierto, nada se ha hecho contra el hermano del presidente, no se le ha abierto ninguna carpeta de investigación por la Fiscalía General de la República, no se le ha inhabilitado para ocupar alguna responsabilidad pública, ni se ha sabido de alguna cancelación de cuentas bancarias por parte de la UIF. Al contrario, en la mañanera del siguiente día de publicados los videos, mientras a sus adversarios políticos, sin la presunción de inocencia, sin investigación seria de por medio y sentencia de algún juez, se les encarcela y se le bloquean sus cuentas, Pio López Obrador fue homenajeado públicamente por su hermano por haber hecho “aportaciones” para su campaña política.
Pero ni la publicación del demagógico mensaje donde critica a los “conservadores” y utiliza el nombre del papa y del evangelio le han dado resultados para confundir a los mexicanos ante los desastrozos resultados económicos, con una contracción del .5% en 2019 y el pronostico del propio secretario de Hacienda, Arturo Herrera, que ha calculado que México sufrirá la peor crisis en un siglo, con una caída del 7.4 % del PIB, con una probable recuperación hasta el año 2025 y un incremento de más de 10 millones de pobres.
A pesar de que López Obrador dijo en su informe, estar avanzando en el combate a la delincuencia, el homicidio doloso y la extorsión crecieron bajo su presidencia en 7.9 y 12.7 %, los feminicidios aumentaron en 9.2% en relación al primer semestre de 2019, en 20 meses de su gobierno han sido asesinadas más de 60 mil personas y se intensificaron las guerras territoriales entre cárteles por el control de las rutas del narcotráfico. Tan sólo en lo que va del año, los enfrentamientos suman más que los de todo el 2019. Atrás va quedando el jolgorio del presidente y su partido. Después de una gran ilusión, ha llegado la decepción en los mexicanos.