¿La Forma es el todo?

Antonio Velazquez Figueroa

Empiezan a vislumbrarse naciones con un cada vez más importante grupo de población mayor de sesenta años, incluso ese segmento demográfico cobra relevancia en el diseño de políticas públicas. Esta creciente población conserva vitalidad y energías para desempeñar actividades de diverso Índole, que sumados a su experiencia los convierte en activos que deben aprovecharse en bien de la sociedad y de ellos mismos.

En Querétaro, la Diputada Fabiola Larrondo ha presentado una propuesta que sin lesionar la autonomía universitaria deshecha barreras de la edad de sesenta años para su autogestión. Considero es una propuesta generosa que le da la oportunidad de seguir creciendo con más experiencia.

Hoy se levantan las voces sectarias que amparándose en una falsa defensa de la autonomía politizan esta propuesta que abriría a la Universidad a nuevas formas de organización, para recibir la sabiduría de los mayores de sesenta años. Argumentando que si bien la iniciativa esta correcta, la forma no lo es, ¿la forma? ese argumento de antaño, adjudicado a los antiguos regímenes políticos económicos, que dice que la forma es el fondo y así con critica inquisitiva, en la que ofendidos juzgan la forma y no el contenido, denostando que lo único progresista que tienen es el dicho y no el hecho.

El pensamiento revolucionario citando a Keynes es “La dificultad no reside en comprender las nuevas ideas, sino en rehuir de las viejas, que penetran hasta el último rincón del cerebro de aquellos que, como la mayoría de nosotros, han sido educados en ellas”.

En la izquierda, el pensamiento revolucionario concuerda con el movimiento de la 4T, ese movimiento en que lo importante es el fondo y no la forma.

No nos prestemos a perversos juegos políticos, en conciencia, con el ánimo sereno ponderemos los pros y los contras y con argumentos sólidos apoyemos o cuestionemos. Estoy seguro que lejos de las pasiones partidistas concluiremos que es una muy buena propuesta.

Una revolución sin idea es una revolución muerta.

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