La renovación de la dirigencia panista

Alfredo Botello Montes

Una vez concluida la Jornada Electoral dela pasado 2 de Junio, el Partido Acción Nacional entrará en un proceso de amplia reflexión y definición de las tareas que prácticamente ya han comenzado de cara a los comicios que deberán de efectuarse en el 2030 pasando por los del 2027.

También estaturiamente hablando, se tiene previsto en los estatutos que una vez que concluya el proceso electoral, deberá renovar su dirigencia partiste, para así estar en oportunidad que esté en conducir el proceso electoral que estaría a tan sólo tres años y en que se renovará la Cámara de Diputados Federal, las cuatro gubernaturas que hoy detentamos, congresos locales y ayuntamientos.

Para ello es muy probable que se convoque al Consejo Nacional este 15 de Junio para la etapa de reflexión y posiblemente la de la emisión de la convocatoria para la renovación de la dirigencia nacional y varias estatales.

Ante la renovación de las dirigencias nacional y algunas estatales, antes de elegir o incluso antes de postularse, sería bueno que se identificara si los candidatos reúnen las características del político de Partido Acción Nacional PAN, cumple con el Decálogo que nos dejó para conocimiento y aplicación Don Carlos Maria Abascal Carranza, antes de Partir a la Casa del Padre y que dice así:

1º. Tiene que tener un elevado conocimiento y una profunda conciencia de su papel. No se puede llegar a las posiciones para ver qué sucede, se tiene que saber a qué se va, saber lo más posible. Habrá cosas que se conocerán sobre la marcha pero existen muchas otras que no es posible ignorar para llegar a desempeñar una responsabilidad.

2º. Su persona, tiene que reflejar credibilidad, tenemos que ser personas confiables y eso se logra cuando hay una perfecta unidad de vida, cuando tu pensamiento, tu palabra y tu acción se corresponden.

3º. Trabaja por el bien común, no por su propio interés, por lo tanto, cuando se llegue a una posición de responsabilidad, no se puede pensar en la siguiente, se tiene que pensar cómo se hará al máximo esa en que le toca, cuando el político llega a una responsabilidad no roba, no medra, no trafica con influencias, de manera tal que su trabajo es identificado por la gente como un trabajo, en efecto, vinculado al bien común y no a su interés particular.

4º. Se mantiene coherente con los principios de doctrina, entre la palabra y la acción; es falso que la manera de pensar del humanismo trascendente, no dé votos; lo que pasa es que al no ser coherentes, la sociedad rechaza a los políticos incoherentes precisamente por ser incongruentes.

5º. Trabaja invariablemente por la unidad; no puede ser que sus intereses particulares estén por encima de los intereses del Partido o peor aún, por encima de los intereses de México. Trabajar por la unidad querrá decir en ocasiones renunciar a cosas, incluso, legítimas con tal de construir la unidad.

6º. Trabaja por la paz y por la realización, en paz, de un cambio radical. Cambiar y no administrar. El cambio radical es, en efecto, para que cada vez más personas tengan acceso a las oportunidades del desarrollo y eso lo hace el verdadero político al tener el compromiso con el cambio radical.

7º. Aprende a escuchar. No sólo no lo sabe todo, necesita cada vez más saber escuchar; necesita cada vez más aprender; mientras más se sabe, más se ignora, porque más se descubre que el universo por conocer es mucho más amplio. El político verdadero escucha y con ello habrá de utilizar su criterio para dar respuesta a los grandes problemas que se le plantean.

8º. Sabe dialogar con todos, un diálogo basado en la verdad buscando un bien superior con eficacia, construir soluciones, construir acuerdos con una gran disponibilidad para escuchar y para expresar y para consensuar y para realmente tomar decisiones.

9º. Ha de poner el poder político al servicio de sus mandantes, es el servidor de los demás tomar la actitud de verdadera humildad en el ejercicio del poder político como servidor de todos.

10º. No tiene miedo porque sabe que su meta es la construcción del bien común, trabaja en equipo, porque tiene una confianza superior, porque no tiene cola que le pisen, porque sabe que esta es “brega de eternidad”, porque es mujer y hombre de bien que sabe que está cumpliendo con su deber.

Si las personas que pretendan ser parte de nuestras dirigencias, cumplen con este decálogo, estoy seguro que serán apoyados por la militancia, pero no lo cumplen podrían ser castigado.

De la reflexión profunda y los cambios de dirigencias, estoy seguro que podremos ir de cara al 2027 y lograr obtener la mayoría en la Cámara de Diputados y en alianza con otros legisladores de distinto partido poder integrar lo que es ºEl bloque opositor” y para 2030 junto con la sociedad volver a gobernar este país.

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